Nuño suplanta a normalistas de Ayotzinapa para impulsar Reforma Educativa

  • ¿Cuál es el sentido pedagógico de un exámen impuesto bajo operativos policiacos?
  • Seguiremos el camino marcado por el profesor Lucio Cabañas Barrientos: “Ser pueblo, hacer pueblo y estar con el pueblo”

Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, Ayotzinapa, 15 de  marzo de 2017.- Nos despertamos con la desagradable noticia de que Aurelio Nuño, la cabeza de la Secretaria de Educación Pública, vuelve a felicitar y halagar públicamente a David Flores, egresado de nuestra escuela y lo luce como un trofeo entre su personal de confianza. David Flores fue dirigente de los estudiantes de Ayotzinapa durante los ataques de Iguala y la detención y desaparición forzada de nuestros 43 compañeros. Hoy está sentado a un lado de Nuño, el asesino de maestros.

Queremos dejar en claro que los normalistas Ayotzinapa desconocemos y repudiamos los actos y las palabras de David: él ya no nos representa, no lo reconocemos. No estamos de acuerdo en los planteamientos a favor de trabajar en conjunto para la Reforma Educativa. Para nosotros el “Perfil Idóneo” que quiere imponer la SEP no es compatible con la formación pedagógica que adquirimos en las Normales Rurales, necesaria para llevar conocimientos y cultura a las comunidades y pueblos pobres; no estamos de acuerdo en la “Autonomía en la Gestión de las escuelas” , pues es una medida del estado para deslindarse de su responsabilidad de proporcionar recursos a las escuelas para infraestructura y mantenimiento, ahora se pretende que sea de los bolsillos de madres y padres de familia como se solventen esos gastos; no respaldamos la evaluación del Servicio Profesional Docente, nuestra oposición no se debe a que no tengamos conocimientos o preparación para los constantes exámenes de ingreso y permanecía en la plaza docente, consideramos que estos eximentes no son una medida para generar un diagnóstico en la labor del profesor o el estado del sistema educativo, más bien es un medio de coacción hacia el magisterio para controlarlo.

Que haya evaluación es necesario, lo aceptamos, pero es absurdo creer que por medio de un exámen resuelto frente a un monitor y escribiendo en un teclado de una computadora, nos va a dar la visión de que tanta preparación tiene un profesor para desempeñar su cargo frente a grupo: un exámen estandarizado no puede ser el medio por el cual determinemos si el maestro o maestra ayuda aprender a sus alumnos o desarrolla en ellos curiosidad e interés por el conocimiento. Más bien, esas medidas asemejan a una empresa que busca sus empleados ordenados bajo los estándares de calidad de las mercancías. Si hay evaluación es necesario que se contemplen los contextos económicos, culturales, políticos donde están ubicadas las escuelas; es necesario que valoren las condiciones donde trabajan los maestros; que tomen en cuenta a los estudiantes, padres y madres de familia. No puede ser un exámen impuesto a la fuerza la medida para saber cómo está la educación en el país.

¿Cuál es el sentido pedagógico de un exámen impuesto bajo operativos policiacos? Miles y miles de policías escoltando los edificios donde se pretendía hacer la evaluación, llevando a los maestros notificados en helicópteros para aplicarles un examen. Nosotros tenemos memoria, sabemos que fue Aurelio Nuño quien llevó a la Policía Federal a los estados del país donde hubiera protestas para reprimir a los maestros y maestras de la CNTE. En Michoacán, Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Veracruz, hubo fuertes actos de represión por parte de las fuerzas policiacas para imponer a sangre y fuego “la pedagogía del garrote” tan presente en la Reforma Educativa. Tenemos memoria y no olvidamos la sangre derramada: el profesor Claudio Castillo, asesinado a golpes por la Policía Federal en Acapulco; David Gemayel Ruiz, maestro egresado de la Normal de Mactumactza, asesinado por la Policía Federal en Chiapas; mucho menos olvidamos a los mártires de Nochixtlan y Viguera, Oaxaca: Andrés Aguilar Sanabria, Yalid Jiménez Santiago, Oscar Nicolás Santiago, Anselmo Cruz Aquino, Jesús Cadena, Oscar Aguilar Ramírez, Omar González Santiago, Antonio Pérez García, Cesar Hernández Santiago,
Silverio Sosa Chávez, Juvan Azarel Mendoza. A todos ellos, el Estado los mató.

Sabemos que los que están detrás de la imposición de la Reforma Educativa, son los mismos que durante décadas han intentado cerrar la Normal Rural de Ayotzinapa; los que encabezan los operativos policiacos para los exámenes de evaluación, son los que han ordenado las represiones para cerrar las escuelas Normales Rurales; los que buscan aplicar las reformas estructurales son los mismos que ordenaron detener y desaparecer a los 43 compañeros en Iguala; los que asesinaron a los maestros Claudio y David, son los mismos que le quitaron el rostro a Julio Cesar Mondragón y dispararon contra Daniel Solís gallardo y Julio Cesar Ramírez Nava. Son los mismos. Es el Estado.

Por ello nosotros no queremos ser idóneos: rechazamos la Reforma Educativa. Nosotros reivindicaremos los proyectos educativos que están ya en marcha en algunos centros escolares en el país: las Escuelas Integrales en Michoacán, el Plan para la Transformación de la Educación de Oaxaca, las Escuelas Altamiranistas en Guerrero, la educación Zapatista en Chiapas, etc. Vamos a levantar la protesta contra la reforma educativa.

Las manifestaciones continuarán para exigir la presentación con vida de los 43 compañeros desaparecidos, la justicia para nuestros caídos. Así como el castigo a los culpables del 4 de Octubre del 2016, 26 de Septiembre del 2014, 7 de Enero de 2014, 12 de Diciembre de 2011, 12 de Octubre de 1988, fechas que tiñen de sangre la historia de la Normal de Ayotzinapa. El respaldo a las Madres y Padres de familia de los 43 normalistas desaparecidos es incondicional: reconocemos la protesta de Antonio Tizapa (padre de nuestro compañero desaparecido Antonio Tizapa Legideño), quien durante un evento público en Estados Unidos, le cuestionó a AMLO la responsabilidad de Ángel Aguirre en los ataques de Iguala. No somos provocadores por señalar a los asesinos.

En Ayotzinapa, a pesar de las desviaciones y traiciones de algunos estudiantes que se pierden durante el camino, y egresan careciendo de principios, sin capacidad de crítica y sumisos ante las injusticias, seguiremos el camino marcado por el profesor Lucio Cabañas Barrientos: “Ser pueblo, hacer pueblo y estar con el pueblo”.

¡POR QUE VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!

¡FUE EL ESTADO!

¡AL GOBIERNO NO LE IMPORTA A LOS PUEBLOS EDUCAR, LE IMPORTA LA POLICIA Y LA FUERZA MILITAR!

¡EDUCAR Y APRENDER PARA EL PUEBLO DEFENDER!

¡ABAJO LA REFORMA EDUCATIVA!

H. Comité Ejecutivo Estudiantil
“Ricardo Flores Magón”
Ayotzinapa, Guerrero.

Marzo Combativo
2017

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