Comunicado por la semana internacional de agitación contra el capitalismo extractivista y por la libertad

Para la semana de agitación contra el capitalismo extractivista y por la libertad, queremos expresar nuestro respeto y solidaridad con las diferentes expresiones de resistencia en defensa de la tierra y el territorio y en contra de la represión estatal en todo el globo.

El capitalismo extractivista y la represión estatal trabajan hombro a hombro. Aquellos que se niegan a someterse a los requisitos del capital y el Estado, quienes defienden sus territorios, comunidades, autodeterminación y autonomía, están constantemente atacados con amenazas, acoso, encarcelamiento, desapariciones y asesinatos. La insaciable hambre del capitalismo por “recursos naturales” junto con la infraestructura requerida para extraer, transportar, procesar, y vender esos recursos naturales, implica una guerra constante contra la Tierra. Los proyectos del capitalismo extractivista son respaldados por la violencia estatal, a través de policías, militares, cortes, y prisiones continuamente empleados para intimidar y reprimir a la organización comunitaria y la defensa de la tierra.

Nuestro compañero Fidencio Aldama Pérez está cumpliendo una condena de quince años en Ciudad Obregón, Sonora, México, por ser parte de la resistencia de su comunidad de Loma de Bácum en contra de Sempra Energy, ubicada en Estados Unidos, y su tentativa de construir el Gasoducto Sonora a través del territorio yaqui. En lugar de inclinarse por el clientelismo o la cooptación, Fidencio Aldama y el pueblo de Loma de Bácum han permanecido firmes en su rechazo al gasoducto. El encarcelamiento de Fidencio ha sido una de las múltiples consecuencias para la comunidad.

Fidencio Aldama también está cumpliendo una condena de quince años por ser indígena, por practicar y enseñar su cultura y sus costumbres, por defender su territorio como una parte esencial de su ser. En un Estado y una civilización entera que toma fuerza de la eliminación de la gente indígena, la desarticulación de la organización de sus comunidades, y el robo y saqueo de sus territorios, hace que ser indígena sea una amenaza. El sistema carcelario es simplemente una de las formas en las que el Estado lidia con tal amenaza.

El clima de terror en el que se ha sumergido Loma de Bácum desde la introducción del proyecto del gasoducto no ha terminado con el arresto de Fidencio. El 9 de julio de este año, los militares invadieron Loma de Bácum bajo el pretexto de una supuesta redada anti narcóticos, amenazando la autonomía del pueblo yaqui y desobedeciendo a sus autoridades tradicionales. El 14 de julio, quince personas fueron desaparecidas del territorio yaqui, de las cuales diez aún no vuelven, y de ellas, siete son yaquis indígenas de Loma de Bácum. Estos actos de violencia e intimidación ocurren mientras sigue la disputa por la ruta del Gasoducto Sonora, y los intereses en expansión por la minería en la región yaqui.

La lucha de Loma de Bácum es parte de una historia mucho más larga de resistencia del pueblo yaqui en la defensa de su autonomía territorial y política. Esta lucha se ha mantenido desde la invasión española y la fundación del Estado-nación mexicano, el porfiriato y los gobiernos post revolucionarios. Continúa en contra de las fuerzas del capitalismo neoliberal y los trucos sucios de la llamada Cuarta Transformación del presidente López Obrador. La lucha de Loma de Bácum y la lucha por la libertad de Fidencio, también son parte de la pluralidad de resistencias en todo el globo, en contra de la aniquilación capitalista, así como la dominación, subordinación y represión del Estado.

Esta semana celebramos y demostramos nuestra solidaridad con los defensores de la tierra y las víctimas de la represión estatal en todo el planeta. Por un mundo sin capitalismo, Estados o prisiones.

¡Libertad a Fidencio Aldama!

¡Libertad a todxs lxs presxs!

Grupo de apoyo a Fidencio Aldama

Communique for the Week of International Agitation Against Extractivist Capitalism and for Freedom

For the week of agitation against extractivist capitalism and for freedom, we want to express our respect and solidarity with the different expressions of resistance in defense of land and territory and against state repression taking place throughout the globe.

 

Extractive capitalism and state repression work hand in hand. Those who refuse to submit to the requirements of capital and the state, who defend their territories, communities, self-determination, and autonomy, are constantly targeted with threats, harassment, imprisonment, disappearance, and assassination. Capitalism’s ceaseless hunger for “natural resources,” along with the infrastructure required to extract, transport, process, and sell these natural resources, means a constant war brought by capital against the earth. Projects of extractive capitalism are backed by state violence, with the police, military, courts, and prisons continually employed to intimidate and quash community organization and land defense.

 

Our compañero, Fidencio Aldama Pérez, is serving a fifteen-year sentence in Ciudad Obregón, Sonora, Mexico, for joining his community of Loma de Bácum in resistance to US-based Sempra Energy, and their attempt to construct the Sonora Pipeline through Yaqui territory. Rather than bowing to clientalism or cooptation, Fidencio Aldama and the town of Loma de Bácum have stood firm in their rejection of the natural gas pipeline. Fidencio’s imprisonment has been one of many consequences for the community.

 

Fidencio Aldama is also serving a fifteen-year sentence for being Indigenous, for practicing and teaching his culture and his customs, for defending his territory as an essential part of his being. Within a state and an entire civilization which grows in strength from the elimination of Indigenous people, the disarticulation of their community organization, and the theft and plunder of their territories, being Indigenous is a threat. The prison system is just one way the state deals with that threat.

 

The climate of terror that has engulfed Loma de Bácum since the introduction of the pipeline project has not ended with Fidencio’s arrest. On July 9 of this year, the military invaded Loma de Bácum under the pretext of a supposed drug raid, threatening the autonomy of the Yaqui people and disobeying their traditional authorities. On July 14, fifteen people were disappeared from Yaqui territory, ten of which remaining missing, seven of whom are Indigenous Yaquis from Bácum. These acts of violence and intimidation take place within an ongoing dispute over the route of the Sonora pipeline, and expanding mining interests in the Yaqui region.

 

The struggle of Loma de Bácum is part of a much longer historical struggle of the Yaqui people, in defense of their territorial and political autonomy. This struggle has been maintained through the Spanish invasion and the foundation of the Mexican nation-state, the Porfiriato and the post-revolutionary governments. It continues against the contemporary forces of neoliberal capitalism and the dirty tricks of President López Obrador’s so-called fourth transformation. The struggle of Loma de Bácum, and the struggle for Fidencio’s freedom, are also part of the plurality of resistances throughout the globe, which are resisting capitalist annihilation, as well as state domination, subordination, and repression.

This week we celebrate and show our solidarity with land defenders and victims of state repression across the globe. For a world without capitalism, states, or prisons.

Free Fidencio Aldama!

Free all prisoners!

Fidencio Aldama Support Group

 

 

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