Por Javier Hernández Alpízar
El sistema político mexicano tiene una gran capacidad de restablecerse de las sacudidas, algo que yo llamaría homeostasis. Como un organismo vivo, es altamente estable. Mantiene el statu quo, aunque parezca que ha cambiado.
Y una de las cosas que ha aprendido el sistema político mexicano es que no puede dejar que tenga prensa, que tenga micrófonos y espacio en los medios, un movimiento realmente opositor. Continua leyendo









































