La amenaza fue efectuada, el segundo intento fue neutralizado por los pobladores de la localidad de Tlanecpaquila, pero hoy habrá un tercero. ¿Qué es lo que quiero decir?, allá en lo más alto, en sierra de Zongolica, la localidad de Tlanecpaquila es asediada por un empresario de nombre Enrique Álvarez Martínez que quiere despojar a la población de sus tierras alegando que son de su pertenencia, dicha persona hizo su aparición desde el 2009 e inicio un proceso legal en meses próximos, esta persona con todo el recurso económico que posee hace uso de él para verse beneficiado en dicho proceso.
En Veracruz donde todo está tan torcido, donde alguien con un respaldo económico solido puede hacer uso de su influencia para intentar despojar a toda una localidad, con el respaldo del estado con el brazo de la Fuerza Civil, ¿cómo es que aun creemos en la fantasía de que las leyes del estado están para proteger a la población?, NO, no cuando la mentada Fuerza Civil acude a un desalojo propiciado por un privado. Pero nosotros hemos dejado que avancen cuando muchas veces decimos que esos problemas no son de nuestra incumbencia, al decir simplemente “pobre gente” a muchos de nosotros nos carcome el miedo, ese miedo que el estado se ha encargado de dejar bien claro, CALLADITO TE VES MAS BONITO, pero ¿cómo podemos vendar nuestros ojos tanto tiempo? Si nuestra propia gente está siendo amedrentada, cuando lo único que tienen se les puede ser arrebatado, lo poco o lo muy poco, con la único que ha podido subsistir a lo largo de ochenta años de heredar esas tierras de generación en generación.
No creo que sea el momento para hacernos los sordos y no escuchar a nuestra gente, esa gente que está allá en lo alto, de donde también fui engendrado. Hagamos que su voz también sea nuestra voz, que sea un grito con grito y condena frontal, porque aquí en Veracruz, en la población indígena los agravios se suman a la larga lista de chingaderas del gobierno y sus políticos de basura, “fuerzas de seguridad”. Todos hemos visto y podemos dar declaraciones acerca de su política basura, política corrupta, ejercicio del poder para y por la impunidad, abusos, desfalcos, mentiras, simulación, cinismo y descaro. Cuando en la realidad, la realidad que se vive en la calle, en la sierra tanto de Zongolica y a lo largo del país, son ellos los que violentan nuestros días, son sus leyes y sus pactos concertados con o sin testigos los que han convertido a Veracruz a México y al mundo entero en un permanente Estado de impunidad, un Estado de control, un Estado de opresión y represión. Eso es el Estado. Ellos son los tienen el dinero, las armas y el poder, nosotros simplemente soñamos con un nuevo horizonte. No lo entienden, ni lo entenderán, porque sus vidas ya están más que vendidas, la avaricia que nunca los dejara ver más allá.
NO HAY VIDA EN LOS ASESINOS DE LA VIDA, no hay vida en los que ofertan al mejor postor ríos, dunas, bosques, cascadas y lagunas; no hay vida en los comerciantes de impunidad, en los defensores del silencio y la censura, no hay vida en los promotores del terror y la lógica que es sumamente vulgar del beneficio propio, en los que le aplauden al progreso de concreto, esos mismos que amenazan a mi propia gente con quitarles todo, esos mismos que le rinden culto al dinero y al poder. A este escenario de violencia se suman condiciones de corrupción e impunidad que han ocasionado que estos actos que nosotros, los que venimos de abajo vemos como delito no sean más que eso un delito solo observado y sentido por nosotros, que pasa desapercibido, que solo fue una nota para el periódico local pero que a nivel nacional no significo nada.
Exigimos un alto a la violencia ante nuestra propia gente, ante las amenazas que han quedado muy claras, que el día de hoy deben dejar sus tierras. No dejemos a nuestra gente a su suerte, su lucha debe pasar a los ojos de todos, que si llega a correr sangre, todos estemos al pendiente de ellos, porque un enfrentamiento es latente en dicha localidad, pero vamos quien no defendería su patrimonio a capa y espada. Hacemos responsables y condenamos a las autoridades por actos de violencia que se lleguen a suscitar, por la represión por parte de la Fuerza Civil que se pueda dar, así mismo al Gobernador Javier Duarte de Ochoa y a todo su gabinete.
Sépanlo bien, NO NOS VAN A CALLAR Y NO ESTAMOS SOLOS. Ni en nuestros pasos ni en nuestro gritos.
LA SOLIDARIDAD Y EL APOYO MUTUO ES NUESTRA CONQUISTA MÁS RADICAL.