Dinastía: La política del espectáculo

por Mumia Abu-Jamal

Clinton-Bush file photo

Parece ser increíble.

Una vez más, un Bush y una Clinton aspiran al cargo político de más alto nivel del país, la presidencia de Estados Unidos.

Es una medida de la decadencia de la política estadounidense con sus privilegios para los ricos, que una o dos familias de ex presidentes puedan estar a punto de regresar a la Casa Blanca, debido más al reconocimiento de sus apellidos que a su sus verdaderos méritos.

En una población de más de 320 millones habitantes, ¿estas son las únicas familias capaces de presentar aparentemente serios candidatos a la presidencia?

No cabe duda que son familias con una extraordinaria riqueza económica. Son, por lo menos,  familias millonarias.

Donde la ley  ha definido el dinero como una forma de expresión (según el caso  Ciudadanos Unidos*), y ha abierto la puerta a la venta de los políticos al mejor postor, es solo un pequeño paso para que un político millonario, que sea hombre o mujer, elimine  a los intermediarios, y compre el poder para si mismo.

¿Por qué nos sorprende esto en una nación donde el Senado se destaca como un club de millonarios?

A decir verdad, “América”, el país que incesantemente alardea de las libertades disfrutadas por “el americano promedio”, está en venta a aquellos que pueden pagar por los puestos de prestigio y poder.

Para una persona común y corriente, esto es sólo un espejismo.

Todas y todos vivimos en un mundo post-TCLAN, un mundo post manufacturero.

La mayoría de los estadounidenses tratan de arreglárselas con los sueldos que ofrece una espantosa economía de servicios. Por estar luchando para sobrevivir económicamente, es casi imposible soñar con un cargo político.

Estos son para las dinastías norteamericanas ––los ricos y los súper ricos––, que los pueden comprar como decoraciones metálicas para su árbol de navidad.

Desde la nación encarcelada, soy Mumia Abu-Jamal.

*[n de la t] El caso Ciudadanos Unidos contra Comisión de Elecciones Federales, dictado por la Suprema Corte de Estados Unidos  el 21 de enero de 2010, eliminó las restricciones sobre los gastos corporativos en la expresión política, así permitiendo la participación de empresas en campañas políticas electorales.

©’15maj

14 de junio de 2015

Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org

Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com

Traducción Amig@s de Mumia, México

https://amigosdemumiamx.wordpress.com/2015/07/15/dinastia-la-politica-del-espectaculo/

 

 

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