por Mumía Abú-Jamal
Imagínate que un grupo de hombres entra en un negocio, roba $100,000.00 dólares, amenaza con armas a la gente, violan sexualmente a las mujeres e incluso les roban comida antes de salir y desaparecer.
¿Cómo los llamarías tú?
¿Cómo los llamarían los medios de comunicación?
Hace unos años, en Filadelfia, Pensilvania, grandes grupos de jóvenes entraban en las tiendas del centro de la ciudad, robaban ropa y tenis, huyendo en medio de la confusión masiva. Los medios de comunicación los llamaban, flash mobs, y fueron denunciados en comentarios públicos como “animales“, “salvajes” y “criminales”.
Los políticos se apresuraron a condenarlos y a prometer una rápida y terrible retribución por esos “actos inadmisibles“. Cuando poco después algunos de los menores fueron detenidos, los jueces les impusieron sentencias carcelarias que reflejaban un gran desprecio para la juventud.
¿Recuerdas el primer grupo que mencioné?
Ellos eran policías del escuadrón antidroga de Filadelfia.
Robaron almacenes y solían cortar los cables que conectan las cámaras de seguridad antes de robar a los hombres y mujeres de negocios en las comunidades latinas.
¿Cómo los llamaron los políticos, los fiscales y los medios de comunicación?
Estos eventos ocurrieron hace varios años. Después de años de “investigaciones“, imagínate lo que ha pasado.
Nada. No hay cargos en su contra.
Claro, varios policías fueron despedidos. Pero ahora, como no han sido acusados de nada, algunos, tal vez todos, volverán a sus trabajos –con restitución de salario.
“No lastimaron a nadie”. “No pasa nada“. “Adelante“. *
En Nueva York, suenan como campanas algunos nombres de jóvenes asesinados por la policía: Rahmarley Graham, Amadou Diallo, Sean Bell … Injusticia tras injusticia tras injusticia.
Y los políticos, especialmente los políticos negros, se quedan callados.
Nada de esto es al azar. Tampoco es pura casualidad. Es institucional. Es sistémico… Y va mucho más profundo de lo que sabemos.
Hace casi tres décadas, al atacar el hogar de los integrantes de MOVE en Filadelfia, bombardeando su casa y asesinándolos, la policía sentó un precedente. Fue un precedente de impunidad y un crudo ejemplo del terrorismo de Estado. Esa impunidad se ha propagado como un cáncer, y ahora afecta a todas las comunidades negras y latinas de Estados Unidos.
Y cuando la gente se calló ante la matanza contra MOVE, su silencio sutilmente aprobó lo que el Estado podía hacer contra otros, dando origen a una ola de violenta represión sin precedentes en la historia de Estados Unidos.
De allí el fenómeno del encarcelamiento masivo — una fiebre de castigar, encarcelar y demonizar a ciertos sectores de la población, por diversión y ganancias.
Nuestra política anémica de rostros negros en posiciones de poder no tiene solución para esta crisis épica, porque durante mucho tiempo estos políticos se han engordado en el comedero del encarcelamiento masivo.
Son el problema, no la solución.
Ellos son los cómplices de los que nos oprimen. ¿Cómo van a resolver una crisis que ellos mismos han ayudado a crear? ¿No es cierto que están en el bolsillo de los así llamados “sindicatos de policías” — pagados o intimidados para guardar silencio?
Nos toca a nosotros, el pueblo, a decir NO a este infernal estado de cosas porque lo conocemos mejor que nadie.
Unidos, debemos construir un movimiento para demolerlo: de una vez y para siempre.
Muchas gracias!
Desde la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal.
*[N de la t] Después de seis años, unos pocos de estos terroristas acaban de ser detenidos y enfrentan cargos. A ver que pasa.
–©’14 maj
2 de junio de 2014
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México