47 días de huelga de hambre de la Coordinación Informal de Presos en Resistencia

CIPRESon ya 47 días desde que varios presos iniciaron una huelga de hambre como forma de protesta por los abusos, malos tratos y torturas que cotidianamente se viven dentro de las prisiones de la Ciudad de México. A pesar de que esta situación ha sido denunciada reiteradamente ante la Comisión de Derechos Humanos, exigiendo que sea aplicado el protocolo de Estambul a los presos, esta se ha negado, argumentando que esto no es posible. Sin embargo las pruebas están ante sus ojos.

El caso de Julio César Núñez, quien presenta al día de hoy dolores musculares en pecho y espalda, problemas de audición y dolor en la ingle, que refiere son consecuencia de golpes causados por policías anteriores a la huelga. Ante la cerrazón institucional, y como un medida extrema de protesta desde el día 10 de agosto y durante tres días los compañeros de la C.I.P.RE. estuvieron en huelga seca, es decir sin probar líquidos, lo que aumentó el riesgo de daños permanentes a su salud. La medida fue también un gesto de solidaridad con otro preso que fue golpeado por custodios del Reclusorio Sur.

El día de ayer, 12 de agosto, Fernando Bárcenas fue por fin trasladado a la Torre Médica de Tepepan para ser atendido, sin embargo, y después de haber sido forzado a permanecer de pie y subir las escaleras a pesar del evidente desgaste físico en que se encuentra, el médico que lo revisó lo envío de regreso al Reclusorio Norte, argumentando que Fernando se encuentra bien.

Sin duda alguna esta es una acción negligente por parte del personal de la Torre Médica, pues el equipo médico solidario que le ha dado seguimiento a la huelga de hambre, y ha tenido oportunidad de revisar a los huelguistas, a pesar de las trabas que la dirección del Reclusorio Norte les puso, ha reportado que el estado de salud de los compañeros Fernando Bárcenas, Julián Barrón y José Santiago Hernández es delicado y se encuentran en una etapa crítica del proceso de la huelga de hambre.

Denunciamos esto y exigimos que nuestros compañeros reciban la atención médica adecuada en las instalaciones pertinentes. No caeremos en la trampa burocrática que nos quieren presentar, pues ahora el Reclusorio Norte dirá que ya no es su responsabilidad el que no hayan admitido a Fernando. Responsabilizamos a las autoridades penitenciarias en su conjunto del estado de salud de nuestros compañeros.

Exigimos nuevamente el cumplimiento a las demandas de la C.I.P.RE y nos pronunciamos por la libertad inmediata de Fernando Bárcenas Castillo, quien en días pasado recibió la resolución de la apelación de su sentencia, siendo aumentada a 6 años, lo cual es una medida de castigo ante el activismo que Fernando ha realizado desde el interior de las prisiones, denunciando la corrupción y torturas que imperan al interior del Reclusorio Norte.

Familiares, amigos y compañeros de los presos de la C.I.P.RE.

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