Icono del sitio Centro de Medios Libres México

Hotel Abismo: “Dinamarca” sin medicamentos

Por Javier Hernández Alpízar

En febrero o marzo de 2020 tuve la experiencia de que me dijeran que en una clínica del ISSSTE te recomiendan cuidar mucho el carnet porque no tienen cartoncillos para hacer repuestos.

En una plática informal se lo comenté a un periodista de investigación y me dijo que eso era un buen motivo para una nota periodística. Hace como un mes (ya en 2023) lo volví a corroborar, en el ISSSTE te recomiendan no perder tu carnet porque no tienen repuestos.

Si acudes a consulta porque tienes una gripe muy molesta, con fiebre e irritación de garganta, te recetan medicamentos para los síntomas. Luego en la farmacia resulta que el antihistamínico no lo tienen y no te lo dan. Eso sí, te dan paracetamol. Probablemente el paracetamol ya lo estabas tomando, así que dio lo mismo que fueras a consulta.

Es posible que se haya agotado el antihistamínico porque muchas personas con síntomas de gripe y tos (posible gripe, influenza, covid o cosa parecida) están yendo a consulta. En la Ciudad de México, en transportes públicos atiborrados muchas personas de todas las edades, con o sin cubrebocas, van tosiendo.

En el ISSSTE no te hacen la prueba de covid, solo te recomiendan que si después de dos días sigues con malestares, acudas a hacerte la prueba a algún centro de salud, previa llamada telefónica, porque no en todos los centros hacen pruebas, o que vayas a Salud Digna, el laboratorio privado más beneficiado por el desmantelamiento de laboratorios y estudios clínicos en los hospitales públicos de este régimen.

Y hablando de los centros de salud, si vas a uno, puede pasarte que ya no hay consulta, porque solo hay un médico y hoy se va a un curso. Te mandan a un centro de salud más grande. Si habías ido a ese centro pequeñito era quizás porque puedes llegar caminando, pero para ir al otro tienes que tomar algún transporte, el que sea, con el riesgo de contagio para otros.

También en el centro de salud no te hacen la prueba de covid, te recetan medicamentos y en la farmacia te aclaran que tienes que comprarlos porque ellos no tienen. Un antibiótico en suspensión te puede costar 50 pesos en genérico y más de 200 si es de patente. Así que suma lo de dos, tres o cuatro medicamentos y es ya una suma considerable. Y muchas veces, no enferma una persona sino una familia entera, dos, tres o más personas, así que hay que multiplicar el gasto.

No he sabido de experiencias en el IMSS, pero no dudo que sean muy parecidas a las del ISSSTE o de los centros de la Secretaría de Salud.

Centros hospitalarios sin medicamentos y hasta sin cartón para carnets y, claro, sin pruebas covid. Lógicamente, si te repones del padecimiento, ya no te harás ninguna prueba: ¿para qué? ¿Para que te sumen a las cifras? Pero si a este gobierno las cifras lo tienen sin cuidado.

De enero de 2020 a septiembre de 2022, el INEGI reportó un exceso de mortalidad de 793 mil 625 personas muertas, directa o indirectamente, por el covid.

Sin embargo, los gobernantes en México se dicen campeones en el buen manejo de la pandemia.

Obviamente pueden manipular la cifra como quieran: siempre que divides un número entre otro te resulta una cifra menor que se ve menos impresionante, pero no son meros números:

Son 793 mil 625 mil seres humanos que murieron porque la pandemia llegó al país cuando el gobierno desmantelaba el sistema de salud “neoliberal” y lo sustituía por un letrero que dice “bienestar”, pero detrás del letrero no tienen ni medicamentos.

Las personas que no tienen opción de ir al ISSSTE, el IMSS o la SS, van al Dr. Simi o a las otras consultas anexas a las farmacias, que el gobierno menosprecia, pero hacen el trabajo que el sector salud público no. Esos médicos, sin vacunar como médicos, sino “hasta que les tocara” (dictó Obrador), fueron la primera línea de atención en las oleadas de covid.

793 mil 625 mil muertos es una cifra superior al total de la población de Naucalpan (776 220), Morelia (743 275), Chimalhuacán (703 215). Las cifras de población son del XV Censo de Población y Vivienda 2020, INEGI.

Cualquiera puede ver que la muerte del equivalente de todos los habitantes de una ciudad de ese tamaño es una gran tragedia, una desgracia.

Pobre México, tan lejos de Dinamarca y tan cerca del neoliberalismo populista militarizado.

Salir de la versión móvil