Mensaje de Johanna Fernández

Nos da gusto compartir este mensaje enviado desde NYC por la profesora Johanna Fernández, una voz poderosa del movimiento internacional por la libertad de Mumia Abu-Jamal:

 

 

Saludos Camaradas, Gracias por esta muy importante solidaridad. Gracias a los organizadores de este evento y a Caro y los otros compañer@s por su liderazgo en México todos estos años.

 

El llamado es que se haga justicia y que liberen a Russell Maroon Shoatz, a Mumia Abu-Jamal y todos los otros prisioneros políticos. También a todos los prisioneros sobre los 50 años de edad y aquellos con condiciones médicas. Para estas personas una infección del COVID puede ser mortal. 

 

Comencemos con el estado de Nueva York. 

 

Hay 10,239 personas mayores de 50 años encarceladas en el estado de Nueva York. El número de personas mayores es aún más alto en Pennsylvania. Dada la rápida propagación del coronavirus, el encarcelamiento se ha convertido en una trampa mortal y muchas de estas personas morirán. 

 

Aquí en Estados Unidos tenemos una emergencia de salud pública creada por la política de encarcelamiento masivo y la incapacidad del Gobierno para proteger a los presos. Los abolicionistas de las prisiones y la organización Release Aging People in Prison ahora se unen incluso a la Junta Correccional del Estado de Nueva York en el llamado para una descarceración masiva. 

 

El estado norteamericano está al tanto de la gravedad de la situación. No obstante, los gobernadores de los estados del país que tienen el poder de hacerlo se niegan a descarcelar. 

 

Un documento oficial llamado “Plan de Pandemia del Departamento de Correcciones de la Ciudad de Nueva York” con fecha del 5 de marzo dice lo siguiente: “La Oficina del Médico Forense (OCME) coordinará la distribución de camiones y equipos de congelación a través de la Oficina de Manejo de Emergencias. Cuando los remolques se utilizan correctamente, cada remolque tiene capacidad para 44 cuerpos. OCME recomienda que cada agencia mantenga un suministro de bolsas para cadáveres, etiquetas para los dedos de los pies, un sistema de rastreo y espacio de refrigeración para mantener los cadáveres durante un período de 24 horas … “

 

Es una situación macabre y totalmente descabellada. 

 

Muchos activistas están enfocados en presionar a los gobernadores de Nueva York, California, Pennsylvania, y Texas —cuáles tienes el número más alto de prisióneros del país.

 

En la prisión de Mumia hay ahora aproximadamente 100 presos que recientemente dieron positivo con el COVID-19. Dado que las cárceles se cerraron a los visitantes hace mucho, sabemos que los guardias de la prisión han infectado a los presos, 40 de los cuales también dieron positivo en la prisión de Mumia. Probablemente habrán oído hablar del caso de Russell Maroon Shoatz. Russell tiene cáncer en etapa cuatro y acaba de dar positivo por COVID-19. Tiene 77 años y el departamento penitenciario de Pensilvania se niega a concederle libertad, a pesar de que lleva casi 50 años en prisión. 

 

El sistema de encarcelamiento en los Estados Unidos es depredador, castiga a los pobres y a las personas de color de manera desproporcionada. Estados Unidos es una de las sociedades más estratificadas por clases del mundo. Una sociedad así debe fortalecer sus herramientas de represión y el sistema penitenciario cumple esa función. A medida que el país se dividió más por clases durante las décadas de los ochenta y los noventa, el gobierno y los medios de comunicación utilizaron el miedo a la delincuencia y el chivo expiatorio de los inmigrantes de México y otras partes de América Latina para distraer la atención de los problemas sociales y económicos reales en la sociedad estadounidense. 

 

En medio de una crisis de desindustrialización a nivel nacional, el estado encarceló a aquellas personas que el sistema no pudo acomodar económicamente. Y hoy en día, el sistema penitenciario de los Estados Unidos es el tercer empleador más grande del país, solo superado por Walmart y una corporación de empleo llamada Man Power, inc. 

 

Y por esto es que existe esa estadística macabre que probablemente ya conocen — que Estados Unidos tiene el 4 por ciento de la población mundial pero el 25 por ciento de los prisioneros del mundo. 

 

Vivimos en una sociedad deshumana, imperial, capitalista y de supremacía blanca. Y luchamos aquí y en el mundo entero por una sociedad digna de esa palabra.

 

Los dejó con está cita del escritor Fyodor Dostoevsky “El grado de civilización en una sociedad se puede juzgar entrando en sus prisiones.”

 

FOTO: SF Bay View

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