AGOSTO NEGRO 2020: Panfleto de Mumia sobre la policía

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En tiempos de resistencia mundial contra el terror policiaco en los asesinatos de George Floyd, Breonna Taylor, Ahmaud Aubrey, para empezar, es más relevante que nunca el panfleto escrito por Mumia Abu-Jamal sobre los orígenes de la policía en Estados Unidos. Compartimos la siguiente reseña escrita por su servidora y publicada en algunos medios libres e independientes en 2017.

Reseña de Proteger y Servir  ¿a quien?, panfleto escrito por Mumia Abu.Jamal

x carolina

Mumia Abu-Jamal.  Proteger y Servir  ¿a quien? : Organizando un movimiento para abolir la violencia policiaca. Open Media Series, City Lights Books. San Francisco, CA. Verano 2015.

Mumia Abu-Jamal escribió este panfleto en un momento cuando las protestas contra la violencia e impunidad policiaca se extendían a todas partes de Estados Unidos.

Destaca que los asesinatos de Mike Brown, Eric Garner,  Tamir Rice,  y muchos otros jóvenes a manos de policías blancos “han re-encendido la mecha de actividad social y amplio descontento social” en el país.

Mumia apoya la organización de un movimiento fuerte para enfrentar esta violencia que ha azotado a las comunidades negras durante décadas. Recurriendo a su propia experiencia y su análisis de luchas anteriores, señala unos factores que pueden evitar que un movimiento sea aplastado, engañado, cooptado o comprado.

Primero que nada, le dice a la juventud rebelde,  hay que saber que  “los movimientos pueden transformar la sociedad pero no proceden sin oposición”.  El Estado ve el cambio como una amenaza y hará cualquier cosa para detenerlo.

Pregunta: Si el Estado pudo hacer lo que hizo al reverendo apacible  Martin Luther King ¿qué es lo que puede hacerte a ti?

Respuesta: Todo lo que quiera.

Al joven activista, Mumia le advierte que no debe tener ilusiones con respecto al lema “proteger y servir”. A menos que seas de las clases adineradas, la policía no te sirve a ti, dice, especialmente si vives en un gueto o barrio económicamente deprimido. Es un instrumento del estado que protege a los ricos y poderosos.

Para evitar trampas, los activistas que trabajan contra la violencia policiaca también tienen que saber qué es la policía y  cuál es su función. Si no conocen sus orígenes, no podrán combatirla y terminarán aceptando “reformas baratas que funcionan para encubrir los poderes represivos del estado”. Por eso es esencial tener información y conocer su historia a fondo.

Citamos el panfleto:

“Si leemos cualquier historia tradicional de la policía en Estados Unido, aprenderemos que el sistema policiaco estadounidense se deriva del  intento británico de establecer la Policía Metropolitana de Londres en 1829. Esta afirmación es un error.

“Más de dos siglos antes de que “la Metro” se iniciara y Scotland Yard se organizara, violentas fuerzas policiacas, bien organizadas y armadas, estaban operando en la mitad inferior de Estados Unidos con un papel específico: mantener a los Africanos bajo una estricta vigilancia punitiva por temor a una revuelta negra contra el sistema de supremacía blanca y terror esclavista.  

“Las patrullas para atrapar a esclavos fueron importadas a Estados Unidos desde la isla Barbados en las Antillas. Miles de soldaos británicos fueron enviados a la isla para formar el núcleo de estas patrullas para mantener a los africanos sometidos al sistema abusivo de esclavitud. Esto fue su único trabajo. Su importación entre 1696 y 1702 marcó la introducción de los “militia tenants” [hombres que prestaron servicios a una milicia en lugar de pagar renta].

“Su tarea, dice Kristian Williams en su libro Enemigos Vestidos de Azul (Enemies in Blue. Soft Skull Press, 2003) fue detener, interrogar y castigar a cualquier Africano “callejero”, es decir, cualquier persona negra que no se encontrara en una plantación.

“Este sistema fue importado a la nueva colonia de Carolina del Sur. (Los colonos ingleses se asentaron en la provincia de Carolana en 1670; para el 1680, se había empezado a poblar Charleston, nombrado por el rey Charles I)

“Cuando los esclavistas ingleses viajaron hacia el norte desde Barbados, llevaron más que esclavos. Importaron todo un sistema de esclavitud en el cual los africanos vivieron bajo la vigilancia perpetua. Esto fue el caso con toda la esclavitud sureña pero fue especialmente intenso en Carolina, donde la población africana de la provincia (y del estado) era más grande que la población blanca.

“En 1860, por ejemplo, en vísperas de la Guerra Civil en Estados Unidos, la población de Carolina del Sur era 706,000. De este total, la población negra era de 412, 320.  Esto significa que la población de la época era mayoritariamente negra, aproximadamente 60%..

“Esta situación seguramente reforzó el papel de la Guardia Citadina (su nombre en aquellos años) pero también demostró por qué toda la población blanca masculina fue utilizada como un instrumento de control sobre los negros. Los blancos fueron sujetos a la conscripción a menos que pagaran una multa alta de 40 chelines. Todos los hombres entre las edades de 6 a 60 pudieron participar en las patrullas.

“Según Williams, las tareas de estos grupos armados eran: impedir todo acto de conspiración entre los negros, dispersarlos cuando jugaran o tocaran tambores, y revisar todas las casas de los negros en búsqueda de armas.

“Estas son las verdaderas raíces de la policía en Estados Unidos, no los brillosos botones de los “bobbies” de Scotland Yard.

“Debido al terror de una revuelta negra que queda en la memoria americana profunda, la clase hacendada  buscó mantener a la población negra desarmada, desunida, y desordenada. Los policías, igual que los esclavistas, tenían inmunidad legal para cualquier cosa hecha a un africano, esclavo o libre”.

La policía en Estados Unidos también tiene raíces en las ciudades norteñas, como Nueva York y Filadelfia. Las grandes poblaciones de inmigrantes irlandeses enfrentaban condiciones de vida muy duras y sufrían la misma discriminación británica que habían enfrentado en Europa. Se juntaron, muchos empezaron a dedicarse a actividades ilegales, y se volvieron fuerzas violentas contra las comunidades negras. Gradualmente empezaron a conseguir trabajos como policías conocidos por su brutalidad contra estas comunidades.

Lector: –Espérate hombre, ¿nos estás diciendo que la policía viene de los atrapadores de esclavos y de pandilleros?

Escritor: –Pues, efectivamente, sí.

En el norte, no aseguraron el orden. Iniciaron disturbios raciales. Y en estos orígenes residen muchas actitudes racistas, conservadoras y violentas que caracterizan a la policía actual.

Hoy en día, dice Mumia, “muchas personas están empezando a cuestionar la estructura de del sistema de control policiaco previamente irreprochable e incondicional”.

Mumia traza un paralelismo entre el inicio del movimiento contra la violencia policiaca actual y el Movimiento de Derechos Civiles de los años 50.

Menciona dos eventos en particular que impulsaron aquel movimiento. Sin intenciones de restar la importancia del papel de Rosa Parks o Martin Luther King, Mumia destaca dos ataques contra la infancia: el asesinato racista del joven Emmett Till a la edad de 14  y el bombardeo de una iglesia negra en Birmingham, Alabama por terroristas blancos que resultó en las muertes de cinco niñas.

Para muchas personas, estos ataques contra niñas y niños negros  fueron la gota que colmó el vaso y atrajeron al movimiento a gente que ya no pudo resistirse de actuar. De la misma manera el asesinato reciente del niño de 12 años, Tamir Rice, en Cleveland, ha tocado sentimientos profundos y ha conmovido a miles de personas para tomar las calles.

“Cualquier sistema que asesina a un niño o una niña  está en una crisis grave. Algo central queda irrevocablemente quebrado.

“Ya no tiene razón de existir. Ha fracasado totalmente”.

Tal vez ésta es la fuerza que impulsa a los jóvenes rebeldes de hoy  a enfrentar ametralladores, tanques urbanos  y francotiradores, sugiere Mumia, como lo hicieron en Ferguson, donde el Ku Klux Klan se viste de azul.

“Están impulsados por profundas y conmovedoras fuerzas que los obligan a enfrentar el terror estatal lanzado contra ellos.  Gritan: ¡No podemos respirar! ¡Este sistema nos ahoga!   ¡No vamos a soportarlo más!”

“Cuando la gente llega a este punto, cuando ya no tiene miedo y no le importa nada, están en camino al cambio social y transformación. Ésta es su hora. La gente mayor le ha fallado. Ya es hora que la juventud agarre el micrófono y tome el escenario”.

 

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