Criminales mediáticos

Criminales mediaticos

Chabelo, Chespirito, Raúl Velasco, Jacobo Zabludovsky, las telenovelas, Televisa, TV Azteca, criminales mediáticos.

Cuando se analiza el sistema de opresión en México no deben olvidarse los medios de producción de sentido: quienes justificaron la represión, quienes la callaron, quienes fueron cómplices de los crímenes de lesa humanidad, de las desapariciones, de las ejecuciones extrajudiciales, de la denegación del ejercicio de los derechos humanos más básicos.

No debe olvidarse a quienes condicionaron las mentes infantiles y las fueron conduciendo a lo largo de sus vidas por una ruta no-crítica, inoculándoles qué pensar, inoculándoles el consumismo como modo de vida, la competencia, la carencia de solidaridad, el individualismo contra la acción colectiva y comunitaria.

Por que para que la dictadura en México se sostuviera y se sostenga aún hoy en día fueron necesarios los Chabelo, los Chespirito, los Raúl Velasco, los Zabludovsky, las telenovelas, Televisa, TV Azteca, los medios masivos vendidos al mejor postor y esa actitud que calló, toleró, se hizo cómplice y celebró los crímenes de lesa humanidad del estado contra la población.

Quien criminalizó a quien levantaba la voz exigiendo justicia. Quien calló cuando había masacres masivas en las calles y las comunidades. Quien ante el reclamo de justicia dijo: compra, compite, sé sexy. Quien ante la exigencia de información y verdad miró para otro lado. Quien ante la miseria masiva producida por las políticas de gobierno hizo un programa de variedades con música de circo de fondo. Quien ante la organización y la movilización de la gente de abajo hizo programas donde dos tontos se pegan. Quien ante las demandas de vivienda, trabajo y educación dijo e hizo: ustedes deben ver telenovelas y programas de chismes.

Esos criminales mediáticos que castraron y encadenaron las mentes de decenas de millones de niños y niñas, que les convirtieron en burócratas, que llevaron la corrupción hasta los niveles vecinales y familiares.

Los crímenes mediáticos también están pendientes de justicia.

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