Estados Unidos financía crímenes del estado mexicano.

El Plan Mérida

Por Luis Villanueva

La trágica condición en la que vive México actualmente ha sido empeorada por el Plan Mérida. Y los gobiernos de México y Estados Unidos tratan desesperadamente de convencernos que es un proyecto benéfico para ambas sociedades. La realidad es todo lo contario. Es un proyecto que en cada uno de sus objetivos, hace exactamente lo opuesto de lo que en letra dice hacer. La descripción oficial sobre este plan que incluye a Centroamérica dice que los cuatro objetivos principales son:

  1. Afectar la capacidad operativa del crimen organizado
  2. Institucionalizar la capacidad de mantener el Estado de Derecho
  3. Crear la estructura fronteriza del siglo XXI
  4. Construir comunidades fuertes y resistentes

A continuación se analizan los efectos principales que han resultado de cada uno de los objetivos específicos del plan. Hace ocho años que fue aprobado y puesto en marcha por los gobiernos de Felipe Calderón y George Bush y que continúa con los actuales gobernantes de ambos países.

  1. Afectar la capacidad operativa del crimen organizado. Dentro de la dinámica de un narco-estado, los cambios de liderazgo en las cúpulas de las organizaciones criminales son la norma, no la excepción. Existe una pugna constante por el poder y al caer un líder, se crea un vació de poder que es llenado por otro.
  2. Cuando se destruyen los mandos del narcotráfico pero sin atacarse las causas verdaderas del problema, sólo se provoca un reacomodo de fuerzas y vuelven a surgir nuevos jefes o inclusive nuevas organizaciones.
  3. Las detenciones de jefes del narcotráfico, se han logrado sin el Plan Mérida. No olvidemos que periódicamente (y desde antes de que se aprobara este plan) el gobierno “ha capturado” a jefes del narcotráfico y algunas de esas capturas, coincidentemente, suceden en momentos críticos, es decir, cuando el gobierno los necesita para distraer la atención pública de un problema mayor o cuando quieren reaccionar a una necesidad exterior.
  4. Una de las cláusulas de la Iniciativa Mérida incluye el entrenamiento de policías y elementos de las fuerzas armadas en instituciones militares de EEUU. Esta medida incrementa sólo la violencia y la capacidad de las organizaciones criminales porque tarde o temprano individuos y comandos completos se pasan al servicio de las organizaciones criminales.
  5. Institucionalizar la capacidad de mantener el Estado de Derecho. Este objetivo del Plan Mérida, es el más fácil de cuestionar.
  6. El estado de Derecho existe sólo donde hay democracia. Las masacres, la violación diaria de derechos ciudadanos, la desaparición forzosa de ciudadanos por las propias fuerzas del estado, la incapacidad, en unos casos o la negativa, en otros, para responder a las demandas ciudadanas, son la realidad del Plan Mérida y como tal, sólo ha contribuido a debilitar el Estado de Derecho.
  7. En el Estado de Derecho deben existir las leyes por encima del arbitrio de los individuos. ¿Dónde están las leyes que deben castigar los casos de corrupción que involucran al gobierno, desde el presidente hasta los miembros de todos los partidos políticos? El grado de corrupción es tan extenso, vertical y horizontalmente que El Pacto por México parece haber sido escrito exclusivamente para proteger la corrupción existente.
  8. El Estado de Derecho ha sido tan violentado y debilitado que la vida normal de casi todos los ciudadanos ha sido impactada. Y aquí no importa el grado en que el ciudadano es afectado físicamente. El efecto mental, el desequilibrio psíquico ha sido trastornado porque vive bajo la amenaza constante de ser atacado, secuestrado o asesinado. Y en muchos casos, algunos nos resignamos a lo peor porque nuestro temor mayor es la seguridad de la familia.
  9. Crear la estructura fronteriza del siglo XXI. Si por estructura fronteriza se entiende poner los gobiernos de México y América Central al servicio de la política migratoria de EEUU, sí ha cumplido su objetivo.
  10. Los hermanas y hermanas que vienen de América Central enfrentan la violación de sus derechos más elementales a manos del gobierno mexicano o de las bandas criminales que por lo general, son difíciles de separar. Con este plan, y contrario a la tradición hospitalaria y solidaria del pueblo mexicano, los servicios de migración mexicanos agregan una vergüenza más: su servilismo al gobierno de EEUU. Básicamente, la migra mexicana es ahora el brazo ejecutor de la política migratoria de EEUU en México y en la frontera con Guatemala.
  11. Este nivel de deterioro de la soberanía nacional se inició con la implementación del Tratado de Libre Comercio, firmado en los ochentas. En su más clara función, el TLC, se creó para eliminar trabas al comercio de los monopolios trasnacionales entre ellos dos que oficialmente no se reconocen: el del tráfico de drogas primero, y de armas después.
  12. Construir comunidades fuertes y resistentes. Como los otros tres, este objetivo ha dejado una secuela de destrucción y abandono.
  13. Las apariencias importan más que la verdad. En Ciudad Juárez se financió la creación de un programa para combatir la adicción a las drogas pero dejó de funcionar una vez que fueron construidas las instalaciones.
  14. En Guerrero y Sinaloa, dos de los estados que deberían reflejar la efectividad de este programa, es donde existe el mayor desplazamiento de comunidades enteras a causa del narcotráfico. En el año 2014 en Sinaloa hubo 40 comunidades desplazadas y en Guerrero sólo en 5 municipios se hablaba en el mismo año, de 25 pueblos obligados a abandonar sus hogares.
  15. Es de sobra sabido que en áreas donde existen negocios estratégicos tanto legales como ilegales, el narco-estado, se ha ensañado con la población civil. La región donde está la Normal Rural de Ayotzinapa es el ejemplo perfecto: ahí existen algunas de las minas más productivas de oro y plata de México y también es la principal área productora de amapola y de goma de opio. Cuando los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos empezaron a buscarlos por su cuenta, encontraron una infinidad de fosas clandestinas. Ahí tenemos la muestra de las “comunidades fuertes y resistentes” que el ha creado La Iniciativa Mérida, otro de los varios nombres con que se conoce este plan.

Después de todo este cuestionamiento del Plan Mérida la pregunta obligada es: ¿Para qué se implementó? ¿Cuáles son los resultados que ha dejado?

  1. El fenómeno más dominante del Plan Mérida es haber contribuido a reforzar la Doctrina del Shock, como lo explica Naomi Klein en su libros titulado The Shock Doctrine. La entrada masiva de armas y el estado de terror y destrucción que ha causado en estados como Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Tamaulipas, Oaxaca y más recientemente, Jalisco, son la mejor evidencia de que lo que se propone el estado es mantener aterrorizada a la población. El resto del país o las regiones o estados que no se caracterizan por vivir en estas condiciones de violencia directa o diaria, son aún víctimas del mismo fenómeno porque viven en constante zozobra y temor sabiendo que en cualquier momento pueden ser intimidadas, amenazadas, secuestradas, violadas encarceladas injustamente o simplemente asesinadas.
  2. La realidad que se ve a diario en la calle y en la vida de mexicanas y mexicanos es sombría. El Plan Mérida ha incrementado la violencia, ha reducido aún más los derechos individuales de los ciudadanos, ha erosionado y, en ocasiones, ha destruido el estado de Derecho, el sistema político se ha convertido en una comparsa de los atropellos que sufre la población por parte de criminales con y sin corbata. El nivel de cinismo y crueldad contra la población civil no tiene paralelo en nuestra historia.
  3. Ha propiciado la entrada de cantidades enormes de armas. Las investigaciones más recientes han demostrado que armas, originalmente importadas para las fuerzas policiales y militares, han pasado a poder de las bandas criminales.

Finalmente, los dos puntos más importantes de la cuantiosa existencia de armas son por un lado, el hecho que a un fenómeno que tiene causas principalmente económicas y políticas pero que se manifiesta en la violencia, se le da una solución violenta, militar. Es decir no se atacan las causas que son la pobreza, la falta de oportunidades de trabajo y la corrupción del sistema político. Sólo se atacan los efectos y se hace incorrectamente. Y esto sucede, tal vez, porque las disposiciones de cómo enfrentar el problema le son impuestos al gobierno mexicano desde el exterior, Nunca en la historia de nuestro país se había visto una política tan entreguista de parte de un gobierno mexicano. Y conste que era difícil superar a otros como Antonio López de Santa Ana.

El segundo punto, es el apostar por una solución violenta. Por mucho tiempo y después de la Revolución Mexicana nuestra sociedad, aún con todos sus males, había existido como un pueblo sin armas. Ahora, siguiendo disposiciones e intereses económicos de fabricantes de armas internacionales, se ha inundado el país con armas de todo tipo.

Sólo este año, el gobierno de EPN compró, del Departamento de Defensa equipo militar por un valor de 1 300 000 000 de dólares. Otro indicador del peligroso rumbo que ha tomado el país es que en importación de armas, México pasó del lugar 25 al 5, para beneplácito de la industria militar de EEUU.

Es obligación moral de todos los ciudadanos en ambos lados de la frontera, exigir la cancelación inmediata del Plan Mérida.

El Plan Mérida ha incrementado la violencia contra la población civil. Ha propiciado el desplazamiento de comunidades enteras, el asesinato y encarcelamiento de muchos líderes comunitarios.

El Plan Mérida es parte de un proyecto más sanguinario y destructivo:  los están usando los gobiernos de ambos países para mantener a la población bajo la amenaza, la zozobra y la intimidación constantes.

El Plan Mérida ha creado un estado de caos y confusión que ha permitido al gobierno más entreguista en la historia de México, aprobar legislación tras legislación que sirvió para entregar los recursos naturales a las corporaciones nacionales e internacionales sin que hubiera una contraofensiva popular.

El Plan Mérida, con la violencia generada, ha impedido poner un alto a la corrupción que ha alcanzado niveles nunca antes vistos en el país.

Finalmente, El Plan Mérida se opone directamente a la autonomía de las comunidades y a la existencia de policías comunitarias y sus líderes. Nestora Salgado es una de las víctimas de este plan porque demuestra claramente la inutilidad de la fuerza pública en las comunidades más afectadas por la violencia.

La detención arbitraria y el encarcelamiento ilegal de la lideresa de la Policía Comunitaria de Olinalá, Guerrero, deja al descubierto la verdadera naturaleza del Plan Mérida: hace lo contrario de lo que debe hacer. En lugar de apoyar la creación de comunidades fuertes y seguras, se ataca a sus líderes con el propósito de destruir los proyectos y dejar al pueblo a merced de las bandas criminales del gobierno y del narcotráfico.

El éxito de Nestora Salgado y de otros líderes comunitarios también presos políticos en otras comunidades guerrerenses, son la respuesta al Plan Mérida porque el trabajo de esta mujer demuestra que las comunidades se pueden mantener en paz y sin asistencia militar extranjera.

Abajo El Plan Mérida porque asesina a nuestras comunidades.

Abajo el Plan Mérida porque es responsable del incremento de la violencia en México.

Abajo El Plan Mérida el que, por mantenerse fiel a sus verdaderos objetivos destructores, ha llevado a la compañera Nestora Salgado al borde de la muerte.

¡Libertad inmediata para Nestora Salgado y demás presas y presos políticos!

120 000 desaparecidos a nivel nacional.

Grupos de contra choque pagados por el gobierno Mexicano.

Pobreza extrema.

Uso excesivo de las fuerzas militares contras las protestas sociales y la ciudadanía.

Ayotzinapa resisteCrímenes de lesa Humanidad.

Comentarios cerrados.