Tejiendo palabras. ¿QUÉ SIGNIFICA HOY HACER LA REVOLUCIÓN?

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Foto: Asamblea Indígena en el Cauca, Colombia.

Reflexiones desde el seminario Caminos de la Autonomía de la Universidad de la Tierra

Es un momento de enormes posibilidades y enormes peligros. Parece que es un momento en que no tenemos más opción que hacer la revolución. No hacer la revolución sería suicida. Pero tenemos que repensar la idea de revolución (Agosto 2012)

lo que buscamos no es tomar el poder o pedir arriba
sino un cambio en nuestras formas de vida (sept12)

Nosotros no pensamos en hacer la revolución, la estamos haciendo. Es un modo de vida (dic12)

Lo verdaderamente revolucionario es conectar el deseo con la realidad (Foucault)

En las siguientes líneas se irán tejiendo algunas palabras compartidas dentro del seminario Caminos de la Autonomía de la Universidad de la Tierra Oaxaca durante un año de encuentros semanales (Abril 2012 a Mayo 2013) a partir de las preguntas recurrentes ¿cómo luchamos? ¿qué significa hoy hacer la revolución?  Éstas han ido repitiéndose una y otra vez a lo largo del tiempo, quizás porque ayudan a ver el monstruo que está derrumbándose sobre nosotrxs, sin dejar de mirarnos y escucharnos los muchos mundos levantándonos. Probablemente regresemos a ellas cada vez que sea necesario. Compartimos aquí algunas respuestas hilvanadas que juntas muestran la fuerza de los abajos revolucionarios que se siguen transformando.

Luchar es como respirar. La resistencia es el único camino

Son los pueblos originarios quienes nos van marcando el camino de la resistencia desde hace muchos años, es ahí donde tenemos una gran escuela de lucha que sigue viva y se sigue renovando. Son ellos nuestro ejemplo de resistencia viviente que nos recuerdan que la lucha es la vida. Un compañero de la organización civil Las Abejas comparte, “luchar  es decisión y compromiso, luchar es como respirar: si dejas de respirar te mueres y si dejas de luchar pasa lo mismo, hay que tomar el aire y la vida para cambiarlo todo” (27nov12). Otra compañera  del seminario comparte, “no hay opción de aceptar o no la guerra cuando ya se está dentro de ella, sólo se tiene la posibilidad de resistir o dejarse controlar. Cherán y Guerrero son ejemplos claros de resistencia, donde la comunidad es la que les ha dado esta posibilidad. Vemos a la comunidad como una forma de resistir” (29may2013).
Compañeras de la Junta de Buen Gobierno del caracol Morelia en una entrevista hecha por compañerxs de Unitierra cuentan, “La resistencia para nosotros es el único camino, un camino para demostrar que no sólo con dinero se hace la vida, es con la resistencia con la que trabajamos y vivimos, por eso para nosotros ya no mucho le llamamos resistencia en nuestras comunidades, porque ya nos acostumbramos; lo duro está para quienes están empezando en esto de la resistencia. Donde sí vemos la resistencia es donde el mal gobierno nos viene pegando, con los ataques de los paramilitares, ahí si vemos la resistencia porque tenemos que cuidar lo nuestro, porque si dejamos un poco la resistencia, le damos espacio al mal gobierno para que nos quite lo que tenemos y nosotros no nos vamos a echar para atrás con lo que hemos construido… Nosotros no tenemos un horario para la resistencia ni un tiempo definido. Nosotros no tenemos fin, estamos seguros que no lo vamos a dejar ni aunque nos maten porque nuestra palabra sigue” (1dic12).
Defender el territorio es una forma de vida cuando día a día se nos siguen sembrando terror y muertes impunes por todos lados. Y como nos recuerdan las zapatistas, la resistencia cotidiana va nutrida de esperanza, “Si tienes esperanzas aguantas lo que sea. Esperanza no es la convicción de que algo va a pasar sino la convicción de que algo tiene sentido. Y sabemos que lo que estamos haciendo tiene muchísimo sentido” (doña Virginia 1dic12).

Crear un modo de vida distinto con relaciones de cooperación y convivencia

Fuera de las comunidades indígenas, abusos y violencia constantes en los espacios urbanos están despertando resistencias colectivas. Entre febrero y mayo del 2013, se reflexionó en los seminarios en torno a las posibilidades de lucha en las ciudades, se lanzaron preguntas, se compartieron algunas propuestas y se recordaron memorias combativas:

En Oaxaca podemos recordar la experiencia del 2006 durante el movimiento popular en el que la ciudad estuvo en manos de la gente por más de 100 días, donde la gente tomó en sus manos  la seguridad de sus barrios con comités vecinales de vigilancia, el transporte de un lugar a otro con los “APPO Taxis”, la comunicación a través de las radios tomadas, el control territorial a través de barricadas. La ciudad era realmente nuestra, demostramos que sí podemos tener en nuestras manos el control de nuestros espacios. Ahora, ¿cómo aprender de esta experiencia? ¿qué ejemplos podemos recuperar y qué errores evitar?

En la Ciudad de México, en Tepito, después de la Segunda Guerra Mundial, se decretó el congelamiento de las rentas y se construyó una cultura espectacular y modesta. En las vecindades se tenían relaciones de convivencia entre las personas que vivían ahí y crearon un mercado. Hoy más de 500 mil personas acuden al mercado y 400 mil personas viven en la parte trasera de Ciudad Universitaria desde ese tiempo. De igual forma en la colonia Roma para los años 80s  ya se tenía una solidez vecinal y ya se había construido un sujeto que se ocupaba de la vida colectiva de la colonia. Había convivencia, había una vida y organización vecinal de la que todavía se conservan cosas

Tenemos que crear medios de vida distintos, en este sentido la creación de cooperativas puede darnos formas de vivir distinto, en las cuales se crearían formas de relacionarnos colectivamente y a partir de esto pueden nacer espacios de imaginación donde plantemos formas alternas de organizar nuestra política y economía. Así podríamos irnos separando de la lógica del estado y del sistema capitalista

Seguir el ejemplo rebelde zapatista  sin ser revolucionarios

En uno de los seminarios, en Agosto 2012, se recordaron unas frases del subcomandante Marcos en su entrevista con Julio Scherer del 10 de marzo de 2001, al comentar por qué los zapatistas se consideran rebeldes sociales y no revolucionarios.

El revolucionario tiende a convertirse en un político y el rebelde no deja de ser un rebelde social. En el momento en que Marcos o el zapatismo se conviertan en un proyecto revolucionario, es decir, en algo que devenga en un actor político dentro de la clase política, el zapatismo va a fracasar como propuesta alternativa.

…un revolucionario se plantea fundamentalmente transformar las cosas desde arriba, no desde abajo, a diferencia del rebelde social. El revolucionario se plantea: vamos a hacer un movimiento de rebeldía, todo el poder y desde arriba transformo las cosas. Y el rebelde social no. El rebelde social se va planteando demandas y desde abajo va transformando sin tener que plantearse el problema del poder.

Hoy el camino rebelde zapatista es un referente fundamental para todas y todos. Es una experiencia tangible de que sí es posible construir un mundo donde caben muchos mundos, empezando desde cero. Lxs compas pueden ser vistos como una comunidad de aprendizaje autónomo en sí misma. Quizás lo más sorprendente de las muchas cosas notables que hacen es la manera en que logran aprender y avanzar juntxs, como contaron a lxs compañerxs de Unitierra que lxs entrevistarxn: Para nosotros el aprendizaje está en todos lados, no nomás en la escuela, nosotros construimos la educación desde nuestra organización, nuestros niños están yendo a la escuela, los compañeros y compañeras mandas pues a sus niños. Pero primero, los niños y niñas aprenden en su comunidad, trabajando y viendo cómo se trabaja, por eso cuando llegan a la escuela ya saben muchas cosas, de lo que se trata con la escuela es de mejorar, que haya ese espacio de participación (Caracol Morelia 1dic2012).

Un compañero comparte, “Nuestra Nepantla y selva Lacandona están aquí, no tenemos que ir a buscar selva o casa de seguridad para hacer guerrilla, cada quien desde donde está puede hacerlo, aunque nos de enorme dolor por lo de hoy de Gaza, en México estamos como en Gaza, esta es una sociedad ocupada y es enormemente violenta y podemos decir que esta ocupación es más violenta que la de Gaza. Tenemos que reaccionar, esta es nuestra selva, no necesitamos buscar otros espacios de lucha” (21nov12).

Lxs compas zapatistas son como luciérnagas encendidas, brillan más cuando la oscuridad es más densa y con su luz van mostrándonos un camino a la libertad. Vuelven a hacerse visibles no para que los sigamos hasta donde ellxs están o para que luchemos tal como ellxs lo están haciendo, sino para que miremos hacia abajo y escuchemos a los pueblos organizados. Para que nos decidamos de una vez por todas a resistir y construir la autonomía en nuestros territorios, con nuestra gente más cercana y desde nuestras posibilidades. A partir de diciembre 2012, “nos están dando el mensaje de NO ESTAN SOLXS, el país y el mundo están hundidos y la mierda flota, pero no estamos solxs y ellxs nos van a acompañar ahora desde más cerca; nos van a acompañar con sus  aprendizajes, palabras, política, lucha, camino, memorias…” (Enero 2013)

Practicar la política del tlacuache

“Se dijo en el seminario que cada pueblo por su historia tiene condiciones distintas para la lucha, no se trata de copiar la lucha porque no hay recetas para eso, ni se trata de buscar clones de los zapatistas sino de luchar desde abajo y con las condiciones de cada lugar. Se mencionó el caso de los zapotecos del Rincón, en la Sierra Norte de Oaxaca, donde ellos pudieron trazar su propia red de carreteras y presionar al gobierno para que la hiciera como ellos la querían. Algunos pueblos de Oaxaca utilizan la política del tlacuache, animal de andar lento que simula estar muerto cuando se siente atacado pero que una vez que pasa el peligro sigue avanzando, así los pueblos, luchan cuando hay que luchar y simulan cuando hay que simular.” (3ene13). Hay organización y resistencia en los corazones de los pueblos; ésta surge cuando tiene que surgir, como el tlacuache reacciona cuando tiene que reaccionar para lograr sobrevivir.

“En el 2006 en Oaxaca los actos revolucionarios no estaban en las llantas quemándose sino en las vecinas que salían a llevar tamales a la gente de las barricadas y en las señoras que sin planearlo mucho tomaron el canal de televisión. Muchas formas de organización y acción de resistencia en el 2006 nacieron de manera espontánea, las barricadas, por ejemplo, nacieron de forma espontánea. Fueron los ciudadanos que en la práctica aprendieron a protegerse ante la violencia del Estado. Esto nos da pautas para pensar en la profunda organización cotidiana de la sociedad Oaxaqueña, que normalmente pasan desapercibidas”  (29may13).

Las revoluciones son el fruto de una diversidad de factores e iniciativas, aunque muchas revoluciones se intenten o se perciban como hechas desde arriba, siempre es lo que no se ve lo que las sostiene. Hay una organización cotidiana de la que podemos partir para resistir y construir los nuevos mundos. Podemos hacer como el tlacuache, simulando estar muertos cuando hay peligro sobre nosotrxs, pero estando más vivos que nunca cuando hay que reaccionar. Haciendo acciones que sean invisibles hacia arriba pero visibles hacia abajo (Agosto2012).

Resistir con Imaginación

La cuestión de salir o no a la calle a manifestarse se reflexionó también de manera recurrente en el seminario, aquí algunas voces compartidas:

“La lucha política ya no puede ser como la del pasado, a las manifestaciones de gente con millones de personas ya no le hacen caso: la calle ya no es una solución política” (Nov12). “El Estado ha aprendido a utilizar las herramientas “tradicionales” de lucha, y a hacerlas suyas. Las marchas, por ejemplo en Oaxaca, también son utilizadas por el Estado para legitimar sus acciones, como en el caso de las marchas antimaestros que se han llevado a cabo en este año y que han sido auspiciadas desde el sector empresarial y el gobierno estatal” (5sept12). “Se llega hasta el absurdo de criminalizar a los pacifistas y a las personas que están en contra de los transgénicos como “ecoterroristas”. Dentro de la categoría de terrorista, todo entra: autonomía, anarquía, resistencia, etc.” (29mayo13). “Efectivamente hay circunstancias en donde una movilización puede crear una suficiente presión para detener los proyectos, pero que los gobiernos puedan cambiar todo lo que hacen, eso no creemos. Osorio Chong ya dijo los maestros pueden hacer lo que quieran pero la reforma educativa va a ir” (17Abril13)

Escuchamos también de nuevas formas que se reinventan cada día para recuperar las calles como espacios de lucha creativa:

Incitar la imaginación puede ser una forma de solidaridad militante  (17abril13)

Otro elemento: nuevo tipo de relaciones sociales donde cuenta la amistad, que rompe con la distancia. Ese es el objetivo y en Oaxaca existe una fuerza del tejido social. La mirada hacia abajo nos lleva en otra dirección (18julio2012)

Retomamos las palabras de Holloway sobre las nuevas formas de luchar quien propone que las nuevas luchas deben estar abiertas a muchas posibilidades, ser coloridas, etc. Se debe hacer más como los payasos activistas europeos que utilizan técnicas antirepresivas a través del humor. En las marchas estos tipos de payasos además de proteger la manifestación, hacen la conexión con la gente que no entiende el motivo de estas marchas. Es una nueva forma de hacer política con la gente y hasta con niños y policías. Sin embargo, estas nuevas formas han sido ya criminalizadas, ya que el arma de los poderosos es acabar con todo lo que no se adapta a la guerra (29mayo2013)

Otro ejemplo lo hemos visto en Buenos Aires, donde se toma una calle por medio de convocar a una fiesta popular y se aprovecha para hacer talleres, encuentros, diálogos, etc., es decir hacer acciones políticas sin que lo parezcan. Otro ejemplo más es “el día internacional contra Monsanto” que hubo en algunos estados mexicanos, en la ciudad de México se organizó un gran carnaval con familias enteras, mientras que en Puebla hasta hubo una siembra colectiva de milpa ese día (29May13)

Necesitamos crear espacios autónomos de aprendizaje libre para recobrar la imaginación que se roba en las escuelas (27nov13)

Parte de lo nuevo es traer un elemento de goce.  Eso quiere decir que si es un buen camino: el camino gozoso. Podemos usar una metáfora de goce para invitar a la acción: “los invitamos a este gran baile”. Bifo, intelectual post-autonomista italiano, habla del rol del artista en el tiempo de la dictadura financiera como un rol terapéutico (18julio2012)

La lucha contra un sistema de muerte debe ser también gozosa, viva. Activar la rabia creativa puede ser un arma de mucho sentido para los movimientos actuales. Como afirma Howard Zinn, “Esta revolución es un arte. Requiere el coraje no sólo de la resistencia sino de la imaginación”.

Tomar los medios

En varios seminarios se plantea la presencia de los medios libres como una herramienta primordial de la resistencia, recogemos aquí algunos comentarios compartidos:

En Febrero 2013 se realizó una caravana de solidaridad con los pueblos en resistencia del Istmo de Tehuantepec donde participaron diversos movimientos, uno de los participantes compartió, “ahí nos encontramos con los compas de Radio Totopo, que demostraron su trabajo y calidez humana en todo momento, son compas comprometidos con el movimiento y han estado siguiendo el Plan Puebla-Panamá en la región y por efecto el proyecto de los parques eólicos que lo acompañan; y a pesar de las agresiones siguen transmitiendo” (20Feb13). “Otro buen ejemplo de solidaridad militante es ese video que hicieron sobre la lucha en contra de los eólicos en el Istmo, que se llama “Somos Viento” y se puede encontrar en internet. Es un trabajo que se hace por un grupo que crea un instrumento de combate hacia abajo y hacia arriba. Tiene dos destinatarios: otros grupos semejantes (ej. Las Abejas que nos cuentan que se lo llevan para mostrarlo a sus compañerxs) y la opinión pública en general” (17abril 2013).

“Se propone volver hacia nuestra palabra, hacia nuestros medios libres y en especial radios comunitarias, para desde ahí construir redes de intercambio de información y difundir y articular nuestras luchas” (19sept12). También deberíamos arrimarnos más a los artistas. Esos son los que pueden hacer que sea gozoso y que la gente lo entienda de manera más fácil. En Oaxaca hay una fuerte tradición de gráfica de lucha. Ahora los artistas están yendo donde antes no habían ido: Murales en Zaachila, murales en Etla” (18julio2012).

Un compañero comparte “cuando estalló la represión y el enfrentamiento en Oaxaca en 2006, salieron una serie de videos que fueron tomados por miembros de Unitierra, los cuales fueron distribuidos por miles en todos lados de la ciudad” (29mayo13).  La comunicación es y ha sido desde siempre utilizada como herramienta de lucha y también como herramienta de dominación. Recuperar nuestra voz y usar los medios de comunicación que tenemos a la mano (nuestra palabra, celulares, cámaras, laptops, bocinas, radios…) es una forma de defendernos,  y es a la vez una manera de estar creando nuevos mundos en paralelo. Mundos verdaderos donde todxs tenemos algo que contar y algo que escuchar. Mundos sin monopolios enajenantes, mundos despiertos, mundos libres.

Crear comunidades de resistencia constructiva, una guerrilla sin las armas

Se comparte en los seminarios una necesidad por radicalizar las luchas: “Esta es una lucha guerrillera, porque tenemos muchas menores fuerzas a las del sistema represor. Entonces hay que retomar la idea de la táctica guerrillera para hacer las cosas que se quieren hacer. Pero, a diferencia de las guerrillas clásicas, la lucha sería a la vez destructora y constructora” (2Jul2012).

Se propone revisar el ejemplo de la Red de resistencia contra las altas tarifas de luz eléctrica, como muestra de revolución constructiva, que al mismo tiempo que desobedecen al no pagar las injustas tarifas de electricidad construyen sus propios sistemas autónomos de alumbrado público (Sept12).  Sobre la cuestión de las armas, se recuerda la experiencia de Cherán, “En Cherán no se han puesto a matar narcos ni a ejercer la justicia por su propia mano. Todos los ejércitos y todos los guerrilleros saben que el problema no es cómo manejar las armas, sino aprender a matar a alguien que no te ha hecho nada” (15may2013).

En el 2006 en Oaxaca la gente salió a las calles para decir “ya basta”, la gente demostró su fuerza y a muchos nos hizo pensar en que sí se pueden lograr cosas cuando la población civil se reúne y decide cómo es que va a actuar. De ese tiempo tenemos la memoria de cuando “se acerca una manifestación al Fortín, donde estaba la policía cuidando a la Guelaguetza del gobierno y algunos grupos de la manifestación empiezan a provocar a la policía. La policía avanza y los grupos retroceden, así varias veces. Al mismo tiempo había gente concentrada en la plaza de la danza (cerca) y corre la voz de que la policía está avanzando sobre esos grupos; entonces llega más gente y mil personas nos sentamos en el suelo. La policía quedó desconcertada… estuvimos media hora mirándonos a los ojos y se logró que se fueran. Eso está en la memoria colectiva” (Agosto 2012).

Una compañera pregunta, “¿qué pasará cuando el enfrentamiento violento se cruce con nuestra propuesta de construcción a largo plazo y a las formas civiles y pacíficas?,  ¿qué papel jugaríamos en esto? Otra voz contesta, “una de las pistas nos la da nuestro pasado como organización pacífica, pero también hemos visto experiencias nuevas como las de los cuarteles de paz del movimiento 132 de las cuales podríamos aprender mucho si las consideramos”  (29mayo13) .

Deshacernos del Estado

Se propone la construcción de autonomía como estrategia pacífica activa, para responder de una forma que el gobierno no espera y para dejar de darle de comer en la boca al Estado: “Es un error pensar que debemos tener un plan nacional o acciones en un solo sentido, de lo que se trata hoy no es de quitar a Enrique Peña Nieto sino de crear otra sociedad, no se trata de quitarle el poder sino de no dárselo” (5sept12).

Se recuerda en el seminario el ejemplo de la comunidad zapatista “Comandante Abel”, una comunidad nueva iniciada desde cero como estrategia contra la violencia de arriba: “La represión hacia la comunidad de  San Patricio se ha dado de muchas formas desde su fundación en 1995. En mayo de este año, esta comunidad decide cambiar de lugar y se van a otro territorio liberado, fundando otra comunidad llamada “Comandante Abel”. Lxs zapatistas dicen: el gobierno quiere que respondamos con las mismas armas, pero no lo vamos a hacer. Hay un elemento importante en este tema: se espera que el EZLN los defienda y no es esto lo que hace el ELZN. Van a empezar otra vez de cero a construir sus casas, su pueblo. Hay gente que dice: eso es retroceso, no es defensa. Pero se parte de la premisa que los paramilitares  no son los enemigos sino que son compañeros despistados, entonces vamos a utilizar una nueva forma de resistir que establezca una nueva forma de ganar: anular la existencia del enemigo” (Agosto 2012).

“La principal acción que desmantela al Estado es dejar de necesitarlo con acciones concretas: Retomando el ejemplo del drenaje como principal negocio del país, la alternativa es el sanitario seco, que alimenta el suelo y hace que sea innecesario tener a alguien para cuidar los excrementos individuales, es una declaratoria fantástica de autonomía. En la alimentación, esto puede ser hecho a través de las huertas, dejando de necesitar del Estado o del supermercado para comer. Concordamos en que ésta puede ser la principal estrategia política, ya que el Estado nos ha creado necesidades y las maneras de deshacernos de las necesidades son también las manera de deshacernos del Estado” (Nov12).

Se propone “anular la existencia del enemigo” y “cambiar el juego hacia nuestra cancha”, es decir cambiar el territorio de la conversación y dejar de pelear en el terreno del Estado, lo que significa precisamente volver la mirada hacia nuestras comunidades de resistencia, hacia nuestra gente, para juntxs construir alternativas autónomas desde abajo. “Debemos apartarnos del terreno en que el Estado se mueve y donde es muy fácil que nos reprima. Organizarnos abajo para dejar de necesitar al Estado que nos oprime desde arriba” (Octubre2012).

Surge la construcción de autonomía como forma radical de lucha, como táctica guerrillera que va construyendo calladita y a la luz de la luna un mundo horizontal. La revolución de hoy parece estar en desmantelar al Estado con relaciones de convivencia y acciones concretas que ayuden a dejar de necesitarlo.

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La pregunta siempre constante, ¿Cómo luchar hoy? ¿Qué significa hoy hacer la revolución? Es constestada a través de las resistencias comunitarias y colectivas en tiempo presente; con verbos y acciones que paso a paso van recuperando las capacidades autónomas de la gente que lucha por hacer tangible el mundo sin opresionese que todxs soñamos.

Estas formas son compartidas y enriquecidas semanalmente dentro del seminario, trayendo la palabra y la acción de los pueblos y colectivos en lucha, haciendo teoría en la práctica y práctica en la teoría; dando cuenta de un movimiento revolucionario que no tiene fin, porque al mismo tiempo que resiste contra los intereses y estrategias del patriarcado capitalista que oprime y mata desde arriba, sigue construyendo el horizonte desde abajo y sabe que detrás de nosotrxs están ustedes.  Estas respuestas hablan de una revolución que se hace todos los días y de todas las formas posibles, con imaginación y esperanza combativas: creando comunidades, tomando los medios, sanando las relaciones sociales, conectando el deseo con la realidad, preguntando al caminar, construyendo autonomía…

Desde el seminario se crea una voz colectiva que dice, “Para la nueva sociedad no necesitamos un plan revolucionario. La nueva sociedad, lo mismo que el derrumbamiento final del sistema actual, no será resultado de un “plan nacional” sino de multitud de iniciativas y factores. Lo que hace falta es empacar en el presente lo que se quiere y hacerlo hoy, desmantelando en el camino lo que haga falta, cambiando las relaciones de poder y todas las formas de explotación posibles” (2julio2012).

Es una revolución que se va tejiendo en el nosotros, sin necesidad de pedir limosnas arriba; pero que tiene que mirar arriba para  cuidarse de las balas que la matan y las botas que la detienen. Sigue firme en medio de una guerra impune que va  recrudeciéndose y que le plantea dos tareas urgentes para lograr sobrevivir, la primera es la radicalización de las resistencias, o en palabras de los pueblos: Vivir Luchando; la segunda es Encontrarnos, transformando las relaciones de poder en relaciones de iguales. “La lucha que tenemos es una práctica cotidiana que no se agota, tenemos claro que en las coyunturas hay partes del movimiento social que se institucionalizan pero hay otros que seguimos y aquí estamos. Nuestro trabajo es encontrar esa parte que se está renovando siempre, el reto es encontrarse y encontrarnos porque no sólo hay una salida sino muchas” (5sept12).

Queda claro que en estos momentos, como dice el seminario, no queda otra que hacer la revolución, no hacerla sería suicida. Y hay quienes pensamos que ya la estamos haciendo.

Universidad de la Tierra, Oaxaca

Diciembre 2014

3 comentarios

  1. gacias me llena de fuerza leer este texto, compartan mas…

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